¿Qué es Gurú en Kriya Yoga?
Gu es lo que no se puede ver (Dios), a la vez que ru es lo que se puede ver. Lo visible es utilizado por lo Invisible como Su instrumento.
El alma que vive en el cuerpo es gu y el cuerpo es ru. Percibiendo esta alma, gurú, cada persona destruirá sus pecados y defectos.
Gu oscuridad ru luz, Gurú sería la Luz que disipa la oscuridad de la ignorancia.
Un gurú o preceptor es indispensable para cualquier práctica espiritual.
Las escrituras dicen que el gurú es Brahman, el creador; Vishnu, el preservador; y Shiva, el destructor.
El gurú crea nuevos samskaras, el anhelo de moksha (liberación) es creado por el gurú.
Relación Gurú Discípulo
El gurú protege la salud física, mental y espiritual del discípulo, elimina las consecuencias del karma negativo y los deseos débiles. El gurú guía al discípulo hacia la luz.
El Gurú es Dios en su manifestación y forma personal.
El vínculo gurú-discípulo es irrompible. Está a cargo de sus seguidores sinceros hasta que alcancen la moksha (liberación).
Los vínculos entre el gurú y el discípulo son muy valorados en la cultura india. El aspirante a discípulo se acerca al gurú demostrando humildad, amor y servicio.
El Gurú es aquel que ha experimentado el Ser, lo que implica el dominio total de la condición sin pulso y sin aliento (es decir, el samadhi). Y es entonces cuando podrá ser un gurú, y no por hablar bien o tener muchos seguidores. Si una persona desea realmente conocer a Dios, Dios le llevará a descubrir un auténtico gurú.
La mayoría de la gente no descubre la verdad porque se empantana en la jungla de la teología, de un matorral especulativo a otro.
Los buenos libros pueden servir para explorar los fundamentos de la religión, pero sólo proporcionan una imagen parcial hasta que se revelan en la vida de un gurú.
Un Gurú puede ayudar a sus alumnos siempre que éstos sean receptivos a él. A partir de ahí, no es necesaria la presencia física del Gurú como guía. Dios mismo es el verdadero gurú. El gurú humano es simplemente Su instrumento.
La persona que aspira a realizar a Dios debe elevarse primero por encima de la conciencia corporal y la existencia material. Podemos trascender sin esfuerzo nuestra limitada conciencia corporal siguiendo la gran técnica yóguica descubierta por los sabios de la India.
Entonces podemos llegar a darnos cuenta de nuestra conexión con Dios. Podemos sentir que nuestra propia existencia es espiritual. Somos el principio y la conclusión de todo.
Podemos sentir que nos abrimos paso a través de todas las manos, así como pensar en todas las mentes, que nuestro corazón late en todo el mundo. Sentiremos nuestra presencia en todo y nos daremos cuenta de que las estrellas no son más que una parte de la decoración de nuestro gran cuerpo.
Nos desplegamos a través de las estrellas, brillando a través de su luz, con la creación a la deriva en un océano interminable de eternidad.
El Gurú puede o no tener un cuerpo físico
Tengan o no un cuerpo físico, todos los gurús reales están vivos. Podemos tener muchos profesores “discípulos” que acuden al gurú en busca de una conexión eterna al comienzo de nuestro viaje espiritual, pero sólo puede haber un gurú.
El gurú es la manifestación física viva de la verdad espiritual. Cuando el corazón del devoto es puro, Dios envía al gurú; es más sencillo seguir a una manifestación viva de la Verdad que vivir según las abstracciones.
No hay ningún libro, por grande que sea, que pueda sustituir al gurú. La cuestión es quién está dispuesto a ser un gurú en el camino de la iluminación.
Shri Shankaracharya menciona que un verdadero maestro es “aquel que conoce los Vedas, se ha limpiado del pecado, ha conquistado el deseo y es un experto conocedor de Brahman hasta el punto de sumergirse completamente en Brahman; está tranquilo como un fuego que ha gastado su combustible, y es un océano infinito de compasión (es decir, inefable y amigable con todas las personas buenas que se postran ante él)” (Viveka Chudamani, 33).
Sabio Liberado
El Bhagavad Gita (2:56) dice que la persona cuya mente permanece imperturbable en la tristeza, cuya sed de placer ha desaparecido por completo y que está libre de pasión, temor e ira, es de mente estable.
Un sabio que ha sido liberado está libre del deseo, el egoísmo, la individualidad, el “yo”, el apego, la ambición y el odio. Está bañado en amor y compasión puros, así como en caridad y compasión.
Es realmente una gran fortuna encontrarse con un sabio liberado o sadgurú. Dios siempre envía a sus mensajeros a aquellos que le buscan sinceramente. Sólo unos pocos han alcanzado el nirvikalpa samadhi, el estado último de conciencia.
Sin embargo, si existe un deseo genuino de mejorar la vida espiritual, uno debe buscar un verdadero gurú. Un yogui muy consumado en la espiritualidad puede instruir a un aspirante, pero sólo un maestro realizado puede guiarle hacia su objetivo.
Sadgurú o Maestro Realizado
En el momento de la iniciación, un sadguru (o maestro realizado) puede purificar el cuerpo del discípulo e infundirle energía espiritual. La fuerza cósmica latente que yace en el cuerpo humano se despierta cuando se limpia la columna vertebral en los seis centros espirituales
Las tres cualidades divinas de luz, sonido y vibración se transfieren al discípulo. Los seis centros espinales impiden que el hombre trascienda la animalidad y la racionalidad al mantenerlo atado al reino físico según su karma.
Aquel que, bajo la instrucción de un maestro, pueda controlar los seis centros de la columna vertebral a través del Kriya Yoga y establecer allí la conciencia de Dios, podrá superar todos los vicios y evolucionar hasta convertirse en un dios. Entonces la ignorancia se desvanecerá y la luz del conocimiento brillará sobre él.
“Conviértase en Dios” es un proverbio sánscrito que significa: “Adore a Dios después de convertirse en Dios” No puede convertirse en espiritual a menos que active la energía espiritual latente en el centro coxígeo, que debe transportar al cerebro a través de los distintos centros de la columna vertebral.
Las oraciones, la veneración y los rituales no servirán de nada porque no alterarán su mente ni su corazón. Sólo un maestro realizado puede despertar la energía cósmica latente, la kundalini. Por ello, es necesario el contacto directo con un gurú.
“Hay tres cosas poco comunes que sólo el favor de Dios puede provocar. Estas son: un nacimiento humano, un anhelo de libertad y el cuidado cuidadoso de un excelente sabio”, añade Shri Shankar en Vivekachudamani (3).
No cualquiera puede ser un gurú. En todas las épocas, sólo sat-chit-ananda es el gurú. Dios se encarna para enseñar a la humanidad.
Upagurú
Puede haber numerosos upagurus, aunque el gurú es el único. Un upagurú es alguien de quien podemos aprender cualquier cosa. El Baghavatam relata la historia de Avadhuta, un monje budista que tuvo veinticuatro upagurus. Sólo a sus seguidores más devotos les envía Dios el sadguru o maestro realizado.
En Kriya Yoga México nuestro Sadgurú es Paramahamsa Hariharananda teniendo 2 Upagurús Yogi Sarveshwarananda Giri y Yogacharya Don Baba
En junio de 2021 nuestro amado Yogi Sarveshwarananda dejo este plano, pero dejo una instrucción muy clara de continuar nuestro camino de la mano de Don Baba.
Upagurú Don Baba
DON BABA CON PARAMAHAMSA BABA HARIHARANANDA
Yogacharya Donald “Don Baba” Abrams es un experimentado y estimado profesor de Kriya Yoga, que se formó durante veinte años, con el realizado Maestro de Kriya Yoga Paramahamsa Hariharananda.
Recibió la primera iniciación de Kriya de Baba Hariharananda en mayo de 1981 en la ciudad de Nueva York.
Fidelidad a las instrucciones del Gurú
Paramahansa Yoganandaji dice que la espiritualidad no se puede comprar en el mercado; el padre y la madre dan el nacimiento físico, pero es el gurú quien da el nacimiento espiritual y conduce a sus discípulos a la orilla de la iluminación.
El discípulo debe seguir fiel y sinceramente las instrucciones del gurú y practicar la meditación con regularidad para beneficiarse plenamente del contacto con el gurú. Las palabras no pueden expresar el poder revelador del alma del Kriya Yoga.
No es necesario conocer la teoría del Kriya Yoga para avanzar en él. Sólo se requiere concentración y sinceridad. Un verdadero gurú es una persona designada por Dios a través de la cual los devotos pueden experimentar su verdadero Ser.
Los atributos del gurú
El amigo, el filósofo y el mentor del buscador es el gurú, que le guía con firmeza hacia la meta celestial. El propio maestro es un ser realizado.
El preceptor espiritual entrena a su discípulo para que esté listo y preparado en todo sentido para alcanzar la realidad última.
El maestro realizado disipa la oscuridad de la ignorancia del discípulo y lo guía por el camino de la luz (es decir, la sabiduría). Quien camina en la luz nunca cae.
Los diversos textos religiosos subrayan la importancia de ser precavido, quisquilloso y vigilante a la hora de elegir un maestro, ya que abundan los profetas falsos y el estudiante debe evitar ser engañado.
Las Escrituras destacan la cualidad del maestro, que puede ser reconocida con atención. Maestro realizado es aquel que ha visto la Verdad (es decir, a Dios) y enseña a los demás a alcanzar este fin con todas sus fuerzas.
El maestro realizado es el que controla su cuerpo, sus sentidos y su mente en lugar de ser controlado por ellos. El maestro tiene el control total del yo inferior y está vinculado al Ser supremo.
El maestro es el camino espiritual. No es un título que se gana en una escuela, universidad, organización religiosa o familia; es un estado de realización espiritual.
El maestro es la voz del conocimiento último (paravidya), así como un instructor especializado. El maestro es una personificación de la espiritualidad y la sabiduría. La sabiduría espiritual sólo se puede encontrar a través del aprendizaje de un maestro excelente, no en libros o conferencias, discusiones o conversaciones.
El gurú es la llama eterna que ilumina la vida espiritual de los discípulos, disipando las tinieblas de sus mentes y de sus corazones para que ya no vaguen en la oscuridad, lo que conduce a la depresión y a la tristeza.
Algunas escrituras antiguas sobre el Gurú
El Guru Gita (4:111) dice:
«Oh Parvati, discípula mía, hay muchos que reclaman atención y hablan orgullosos de sí mismos proclamando ser gurús, pero sus ojos se fi jan constantemente en la prosperidad de sus discípulos, en cómo explotarlos y extraerles cosas materiales; pero el verdadero gurú realizado es muy escaso y es quien todo el tiempo procura remover los peligros, las dificultades, las perturbaciones, los espejismos y la ignorancia del discípulo».
El Mundaka Upanishad (1:2:8) declary:
«Permaneciendo en la fortaleza de la ignorancia y creyendo que “yo soy sabio e ilustrado”, los tontos de naturaleza jactanciosa vagan como ciegos conducidos por ciegos. El resultado es evidente».
En el Tantra Sara, un antiguo texto espiritual de la India, se explica en detalle la calidad del maestro. El gurú, el preceptor, debe ser:
Tiene completo control sobre la mente y otros instrumentos internos: bitddhi (intelecto), ahamkara (ego) y chuta (memoria).
Tiene completo control sobre los sentidos (órganos del conocimiento y órganos de la acción) y autocontrol.
Normalmente procede de una familia espiritual; una familia dotada de pureza, nobleza, generosidad y amor divino.
Está lleno de humildad.
Usa un vestido puro y limpio. De manera simbólica, el vestido anaranjado que usan los monjes representa el color del fuego que quema todo lo negativo, incluyendo la conciencia del cuerpo.
Es humilde, educado, encarnación de naturaleza noble y comportamiento divino.
Está bien establecido en la Verdad, es constantemente consciente de Dios.
Es puro; está siempre consciente del Ser interior como pureza eterna.
Es capaz, competente, eficiente y experto en aclarar las dudas de los discípulos y en disciplinarlos para que experimenten a Dios.
Está dotado de inteligencia divina, no inteligencia material o mundana.
Vive en un ashram, cumpliendo con las disposiciones de la vida en el ashram.
Está siempre en actitud meditativa y contemplativa, siempre en conciencia de Dios.
Es conocedor de la técnica espiritual necesaria para la experimentación del Ser.
Es bien versado en el secreto de la espiritualidad, con conocimiento de las escrituras y conocimientos prácticos.
Tiene la capacidad de disciplinara otros.
Es capaz de perdonar y conducir al discípulo por el camino divino con amor y compasión.
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